6/8/07

Arriba de las preocupaciones


Nunca en la vida había visto un cielo más estrellado. Supongo que así habrá sido cada uno de sus días, pero siempre hay algo que lo tapa. O que no nos preocupamos de mirar para arriba, a ver que hay. La contaminación tampoco ayuda.

Lo del dibujo es lo más parecido que he encontrado a la fotografía visual de mi noche en el parque de Tikal (Guatemala). Dormí a las puertas de las ruinas y en plena selva virgen. Me alquilé una hamaca (con la prodigiosa mosquitera incorporada) y pasé la noche intentando adivinar cuál seria la famosa Osa Mayor. Como no tengo ni idea del tema, seguro que fallé todas las veces. Me acompañaban, en la diminuta zona de acampada, apenas otros quince privilegiados, que tuvieron dulces sueños entre tucanes, monos aulladores y pajuiles. Mas todos desconocían 'El Secreto' (me lo confió un amigo): que a unos quince metros de allí también soñaba con los angelitos un cocodrilo (pequeño, pero cocodrilo al fin y al cabo). Hace como cinco años se adueñó de una charca próxima y ahí se quedó. Es el terror de los pajarillos que se le acercan.


Lo de las ruinas tiene delito. Todo roto. Hay que ver.


Por el resto, y por más que digan que el Templo IV es el más alto y bla y bla, las mejores vistas son las del Templo V. Estuve más de una hora allí recostado, casi despachurrado, descalzo y hasta soltándome algún pedo (la afluencia de visitantes, al menos ese dia, era baja, por lo que los daños fueron solo medioambientales). Hasta una siestecilla me eché. Ninguna de las fotos hechas y por hacer, por más panorámica y megapixels que tenga, puede igualar la vista que el lugar y su perspectiva nos regala (...ya sabéis que no llevo cámara).

Ya con el parque cerrado me fui a ver el anochecer, y a la mañana su correspondiente amanecer, encaramado a un árbol de unos 15 metros, a donde se accede a través de una escalera de madera. Tiene capacidad para cuatro personas, pero sólo yo llegué hasta ese remoto lugar (otro buen secreto de mi amigo). Así que pude disfrutar de la soledad acompañado de trillones de animalitos.