5/9/07



El huracán Félix ha tenido la graciosa ocurrencia de venir a despedirse de mí. Aunque, no calculando el alcance y fuerza de sus latigazos, ha dejado por el camino a unos cuantos nicaragüenses. Carajo, se podría haber ahorrado el detalle. Mis amigos hondureños están ahora bajo la alerta roja. En El Salvador la alarma se ha diluido en amarillo, tornándose naranja. Se preveen lluvias intensas y ríos desbordados. Se han suspendido las clases, por lo que presumo que no podré despedirme de mucha gente de la Universidad, un protocolo que había reservado para el último día, miércoles.

Parto el jueves a primera hora. Si me deja el amigo Félix.

1 comentari:

Jusephus ha dit...

La cirereta del pastís per la teva estada americana. Arriba sencer...